Si hay una ruta que combina a la perfección las expectativas internas y personales del viajero, con un entorno natural y cultural singular es, sin duda, es el Camino de Santiago.
El Camino de Santiago es uno de los viajes más conocidos y demandados de los visitantes de Galicia. La historia del Camino de Santiago se remonta a principios del siglo IX. La ruta de peregrinación a Santiago jugó un papel fundamental a la hora de facilitar el intercambio cultural entre la península ibérica y el resto de Europa durante la Edad Media.
Hoy en día, el Camino de Santiago ha sido declarado Primer Itinerario Europeo de Interés Cultural por el Consejo de Europa y es el conocido como el Camino Francés, el que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El Camino de Santiago transmite una serie de valores universalmente aceptados que conforman un legado único: espiritualidad, fraternidad, solidaridad, hospitalidad, búsqueda, conocimiento, respeto y libertad. A través de los itinerarios jacobeos se manifiesta lo mejor del ser humano, fluyendo desde todos los rincones del mundo hacia Compostela, la tumba del apóstol Santiago que el imaginario medieval situó en el confín occidental del mundo. Además, las rutas históricas por las que transcurre el Camino de Santiago perviven rodeadas de un extraordinario patrimonio material e inmaterial, en gran medida vinculado al propio hecho de peregrinar y de los peregrinos.
Debemos saber que durante el verano, el Camino suele estar con bastante gente, que suelen llegar de todas partes del mundo a vivir esta experiencia única e intransferible. Cada vez son más los viajeros que quieren vivir la experiencia de forma distinta con la mezcla justa de espiritualidad y buen comer y buen dormir, como para encarar unas vacaciones distintas. Pero la esencia del Camino se puede encontrar de muchas maneras diferentes y nosotros somos expertos en ver y transmitir esta esencia de diversas formas.
Ya sea recorriendo el Camino Francés desde Roncesvalles o desde O Cebreiro; el Camino Inglés desde Ferrol; el Camino Portugués, o llegar hasta Finisterre (el fin del mundo), se puede hacer disfrutando de la comodidad de buenos hoteles y casas rurales y pazos y no solo en albergues. Se puede disfrutar de buena comida y de buenos restaurantes en muchos de los pueblos y zonas por las que transcurre.