Paradores es la red de alojamientos patrimoniales más admirada del mundo. Castillos, palacios, monasterios, conventos, casas de campo señoriales y, algunos, inmuebles contemporáneos de acreditados arquitectos españoles. Si te gusta disfrutar de un alojamiento con historia y encanto no te puedes perder estos 5 Paradores en Galicia.
- Parador de Santo Estevo: Freixedo y Suances, sus arquitectos, han sabido intervenir en este asombroso monasterio originario del siglo VI casi sin tocarlo. Así se aprecian mejor sus precedentes románicos, góticos y barrocos, forjados en tres claustros rescatados del olvido mediante superposiciones contemporáneas de buen gusto, cuidadosas con el monumento y el entorno boscoso de la Ribeira Sacra.
- Hostal de los Reyes Católicos: Está considerado como el alojamiento turístico más antiguo de Europa, pues ejerció como hospital de peregrinos desde 1499. Los Reyes Católicos necesitaban un centro de acogida y reparaciones para el incesante flujo de caminantes que se daba cita en la plaza del Obradoiro, con el propósito de terminar el Camino de Santiago rindiendo culto ante la catedral.
- Parador de Baiona: Conocido como el «Conde de Gondomar», el de Baoina es uno de los paradores más singulares, a mitad de camino entre fortaleza medieval y arquitectura señorial gallega. Se alza como impresionante mirador sobre el océano, rodeado de un recinto amurallado, protegido por el mar y flanqueado por un hermoso bosque de pinos.
- Parador Castillo de Monterrei: El Parador de Monterrei se ubica en la que es considerada por muchos historiadores como la mayor acrópolis gallega. Recinto defensivo, hospital de peregrinos… a lo largo de los siglos son varios los usos que ha tenido un lugar en el que hoy puedes alojarte para sentir la esencia de Paradores.
- Parador de Pontevedra: En el casco histórico de la magnífica ciudad de Pontevedra, se ubica el Parador, palacio renacentista del siglo XVI y antigua residencia de los Condes de Maceda. En él te recibirá una señorial escalinata de piedra labrada que conduce a acogedoras habitaciones. El edificio, decorado con antigüedades y muebles clásicos de gran valor, combina líneas regias, nobles y señoriales.