La ribera del río Sil, en el límite entre la provincia Ourense y la de Lugo marca el territorio de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, un paisaje en el que destacan los bancales o terrazas en los que se cultivan las uvas. Este terreno arañado para el cultivo agrícola por el ingenio humano desde tiempos de los romanos confiere a los vinos unas características especiales.
La dificultad que añade el territorio a las tareas de los viticultores a punto estuvo de relegar al olvido la tradición vitivinicultora de esta zona a mediados del siglo XX. Sin embargo, las dos últimas décadas son de renacimiento o nuevo esplendor. El Consejo Regulador comenzó a funcionar en 1996 con 55 bodegas y, según los últimos datos publicados, el año 2014 se cerró con 89 bodegas adscritas, 2674 viticultores y más de tres millones de litros de vino embotellados, una cifra más modesta que los casi cinco millones de 2010.
La variedad Mencía reina entre los tintos mientras que los blancos se producen mayoritariamente de Godello, complementado con Treixadura e Loureira. Algunos de los mejores vinos de la Ribeira Sacra son:
Tintos:
- P Ponte da Boga (Mencía)
- Regina Viarum (Mencía)
- Saiñas (Mencía)
Blancos:
- Regina Viarun (Godello)
- Abadía da Cova (Blanco Summum)
- Peza do Rei (Blanco Summum)