En parte de la costa de A Coruña y en toda la costa de la provincia de Lugo se encuentran las Rías Altas, un parte de la costa gallega característica por su relieve rocoso, por las increíbles playas que aparecen a lo largo de la costa y por albergar sobre sus aguas tres de los cabos más importantes de la península ibérica.
Te mostramos algunos de los lugares que no debes dejar de visitar:
- Cedeira: La villa marinera de Cedeira es un buen lugar para parar y disfrutar del buen vino y el buen comer. Dicen que los mejores percebes de Galicia son de aquí, siempre en rivalidad con los de Corme, en la Costa da Morte. Gastronomía aparte, en Cedeira se puede aprovechar para pasear por el largo malecón que conduce a la lonja y los muelles, donde preside el gran peñasco Pericoto. O recorrer las empinadas calles entre casas con balconadas y galerías blancas que rodean la iglesia de Nosa Señora do Mar, tan típicas de la arquitectura de las Rías Altas.
- La sierra de A Capelada: 12 kilómetros separan Cedeira del santuario de San Andrés de Teixido, una de las joyas de las rias altas. La carretera discurre por la sierra de A Capelada, en la que pastan en libertad las bestas o caballos salvajes, pequeños y robustos, adaptados a estas montañas siempre frías y ventosas. Los caballos son los protagonistas de una fiesta de raíces ancestrales en Galicia: la Rapa das Bestas, que se celebra aquí el domingo más cercano al 1 de julio.
- Vixía de Herbeira: conviene poner rumbo al mirador natural de Vixía de Herbeira, ya en el límite con el municipio de Cariño, un acantilado de 612 metros de caída vertical sobre el Atlántico. El director de cine Roman Polanski eligió estos escenarios para rodar algunas escenas de su película La muerte y la doncella.
- Ortigueira: es una villa tranquila de calles estrechas y casas de estilo modernista rematadas con galerías. Pero lo que más gusta son esas magníficas playas, como las de Cabalar, protegida por la isla de San Vicente; las del Ladrido, Espasante y San Antonio de Espasante, o las más retiradas de Sarridal, Carro, Fabega y Picón. Y, como curiosidad, no dejen de fotografiar al cerdo de Espasante. Vive en libertad en las calles del pueblo. Los vecinos lo ceban con mimo durante todo el año, hasta el 13 de junio, festividad de San Antonio de Espasante, fecha en la que es sacrificado.
- Estaca de Bares: Desde Espasante queda poco para llegar a Estaca de Bares y al punto más septentrional de la Península, donde las aguas del Atlántico se unen a las del mar Cantábrico. Antes de llegar, otra parada en Barqueiro, situado en el istmo de la península de Bares. La localidad debe su nombre al barquero, un personaje clave en la historia de la localidad, pues era el encargado de trasladar personas y mercancías de un lado a otro de la ría que se forma en la desembocadura del río Sor. Así fue hasta el año 1901, cuando finalizó la construcción del puente metálico que hoy luce junto al nuevo viaducto y que une Barqueiro con la provincia de Lugo.