El itinerario del Camino de Santiago de Compostela (A Coruña) que parte de Roncesvalles -conocido como Camino Francés- siempre ha sido y será el más mimado y el más cómodo desde el punto de vista de la infraestructura y servicios. Sin embargo, quizás haya perdido gran parte de su encanto debido a su masificación, sobre todo en los meses estivales y años jacobeos. Hay muchas más alternativas históricas para llegar a Santiago que nos permitirán admirar rincones de la orografía española y gallega.
Tenemos por ejemplo, el Camino de Santiago del Norte parte desde Irún y llega a Santiago de Compostela transcurriendo casi en su totalidad por la costa Cantábrica o próxima a ella. El recorrido es más duro que el Camino Francés, pero sus paisajes, donde se funden el azul del mar con el verde de las montañas, bien merecen el esfuerzo extra.
Con sus casi 900 kms., el Camino del Norte es la segunda ruta más larga, después de la Vía de la Plata. Se suele realizar en 32 etapas si se va a pie. Al llegar a Asturias (cerca de Sebrayo), existen dos alternativas, ya que el camino se bifurca en dos ramales, pudiendo elegir entre el Camino Primitivo o el Camino de la Costa. La red de albergues del Camino del Norte, es mucho más escasa que la red de albergues del famoso Camino Francés, pero siempre encontraremos un albergue donde pasar la noche. La señalización durante todo el camino es muy buena.
Por su parte, el Camino Primitivo es ese idóneo punto de partida para descubrir la senda del primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago. El itinerario actual reproduce fielmente al original, partiendo desde Oviedo y atravesando Asturias por todo los concejos de su occidente: Las Regueras, Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. A partir de éste último los pasos entran en Lugo por el Puerto del Acebo y enlazan con el Camino francés en Palas de Rei, donde tan sólo quedan dos jornadas para llegar hasta la Plaza del Obradoiro.